TALLER DE ESCRITURA CREATIVA: “Un personaje llamado Yo”

El miércoles 19 de octubre la profesora del departamento de Lengua Patricia Esteban Erlés ha impartido un taller de escritura creativa titulado “Un personaje llamado Yo” en la biblioteca del IES Pedro de Luna. El taller se ha abierto a todos los miembros de la comunidad educativa y tenía un eje temático concreto: la vida de cada uno, la búsqueda de vivencias y deseos personales y su transformación en texto literario. Todos hemos recordado cosas de nuestra vida, hemos planteado sueños posibles o no tanto y el tiempo ha pasado volando. Nos quedamos con ganas de más y pensamos repetir la experiencia en otras ocasiones. Damos desde aquí las gracias a los alumnos del programa Aula de Desarrollo de Capacidades coordinado por Sofía Pardo, Conchi Parrilla y Rosa Nadal, que han escrito y superado el apuro inicial para dejarnos compartir sus inteligentes y hermosas reflexiones.
También a los demás estudiantes de 2º de ESO y Bachillerato con inquietudes literarias que han venido a pasar una tarde distinta al instituto, alejada de las clases tradicionales, en un entorno más relajado y con adultos que también han recordado y deseado cosas. Por último, muchas gracias a los profesores de diferentes departamentos (Filosofía, Lengua, Inglés, Educación Física, Orientación, Matemáticas…), así como madres de algunos alumnos que han participado muy activamente en el taller. Todos hemos escrito y hemos aprendido que la escritura es una técnica útil y necesaria que ayuda a ordenar el pensamiento y a expresarse con propiedad. ¡Repetiremos!



Nuestra alumna Alba Claudio Cordero, que cursa 2º de Bachillerato de Ciencias de la Naturaleza y la Salud, disfrutó el curso pasado y con enorme merecimiento de una Beca de la Fundación Amancio Ortega, que le llevó a estudiar 1º de Bachillerato en el St. Marys District Collegiate and Vocational Institute de Ontario, Canadá, y así lo resume ella misma:
“Fue una gran experiencia y gracias a esta oportunidad pude conocer a grandes personas, aprender muchísimo y vivir momentos irrepetibles, así como obligarme a salir de mi zona de confort y enfrentarme a nuevas situaciones. He disfrutado mucho del sistema educativo, que me ha permitido practicar actividades como el curling o el baseball. También he tenido oportunidades como la de vivir un invierno completamente blanco, visitar lugares fantásticos y conocer a varias familias de refugiados sirios a través del voluntariado que estuve realizando, característico de la cultura canadiense. Ha sido un año inolvidable y muy recomendable que me ha ayudado a crecer a nivel personal y a formarme en muchos aspectos.”





